En el contexto de clases no presenciales, ha resultado más difícil mantener a los estudiantes conectados con el colegio, involucrados en su aprendizaje y participando activamente de las instancias escolares. Uno de los principales obstáculos es que, por diversos motivos, la mayoría de los estudiantes mantiene sus cámaras apagadas mientras está en clases.
Los expertos mencionan que mantener las cámaras apagadas perjudica la construcción de vínculos que favorezcan ambientes de confianza en los que estudiantes se sientan seguros para interactuar. En este contexto, que los estudiantes puedan verse a pesar de la distancia, muestren su preocupación por el otro, se vean sonriendo, saludando y participando, también les permite seguir desarrollando sus fortalezas del carácter, en especial la amabilidad.