Asumir nuevos desafíos, buscar mejorar una característica personal que no nos agrada o realizar cualquier tipo de esfuerzo por mejorar y superarnos, son situaciones en las que nos veremos necesariamente enfrentados a experimentar cierto grado de incomodidad y esto muchas veces puede hacer que nuestra motivación decaiga y que terminemos por abandonar nuestro objetivo.
En el siguiente artículo de la Sociedad de Psicología Británica (BPS), podemos apreciar y entender mejor el papel que juega esa sensación de incomodidad y cómo podemos sacar un mayor provecho de ella si la experimentamos de manera consciente.
Es importante recordar que, aunque nuestra zona de confort pueda sentirse muy agradable y segura, es difícil que podamos superarnos o alcanzar nuestras metas desde ahí, por ello es importante que entendamos el sentido que tiene desafiarnos a salir de ella, pues nuestra recompensa al conseguir nuestros objetivos será mucho mayor.
View Fullscreen