Habitualmente los niños ven la oportunidad de ser constructivos al involucrarse en “grandes causas” como campañas solidarias, iniciativas de reciclaje, movimientos sociales para promover algún derecho, etc. Este tipo de iniciativas suelen ser reconocidas socialmente, lo cual favorece que los niños adhieran a ellas. Sin embargo, existen maneras menos llamativas, pero igualmente importantes de contribuir al entorno. Como educadores, podemos ayudar a los estudiantes a tomar conciencia de que los pequeños cambios hacen la diferencia y que ser constructivo implica cuidar detalles que se nos presentan a diario, como mantener nuestro entorno limpio y bien cuidado.
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